Cómo podemos hacer que un vino, de entre las 150 variedades que puede llegar a haber en una estantería, consiga destacar y ser “el elegido”. Este es el caso del Albariño de Rías Baixas ANAE.
Decidimos arriesgar y evitar un estilo de etiqueta tradicional y clásica. Revisamos competencia y mercado y nos propusimos llamar la atención. ¿El resultado? Una etiqueta fresca, diferente y limpia. Con motivos que destacan sobre los tonos generales de la categoría. Pero, ¿y el resultado? Ah, pues un aumento en ventas del 27%.
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